7 de agosto de 2010

El Ritual.

Hacia varios días que venia pensando en hacerlo.
Pero sea por un motivo o por otro no lo hacia, cosas de la vida o
simplemente casualidad, lo cierto es que todo parecia conspirar con
sus pocas ganas de hacerlo, lo tenia en su mente, sabia que tenia,que debia,
pero sus ganas de hacerlo eran otras...
Ya habia tomado la decisión, hoy si o si lo haria, cueste lo que cueste
no podia ser que su falta de animo lo venciera, ademas ya
lo habian sentenciado a que lo hiciera, era algo normal entre
los hombres de su entorno, su clase...
Claro, se decia, es simple, nadie murió haciendolo, aunque alguna
vez leyó que alguien por hacerlo mal termino muerto, pavadas o
simplemente leyendas urbanas.
Se levanto y se dirigio en forma decidida al receptaculo, apoyandose
en el con sus dos manos donde empezo a correr agua fria, que de
a poco se fue calentando, casi se podria decir magicamente,
se acaricio a si mismo con esa dulzura, con ese cariño que se
tiene por algo propio y muy intimo,se observaba firmemente, mientras
lo hacia, su mano diestra se estiro mecanicamente hacia un costado
y tomo ese artefacto filoso, que tenia guardado desde hace un tiempo
a la espera de este momento, y lo coloco a su izquierda.
Tomo esa pócima fría al tacto con ese fuerte olor y se fue "pintando"
el rostro como si lo estuviese dibujando, creando una obra de arte,
tomandose su tiempo, observando cada detalle tal como lo exigia el rito,
y luego con decisión tomo el objeto, lo observo detenidamente,
puso el lado brillante y filoso contra su cuello y muy despacio, muy lento,
con cuidado, simplemente comenzo a pasarselo una y otra vez, hasta que
al fin, pudo decir "listo ya me afeite"

26 de julio de 2010

El gran día

No habia podido dormir en toda la noche, pensando en la llegada de la mañana, pensando en lo que le esperaba, hace mucho sabia que llegaria este día, hacia ya una semana que tenia todo listo para este gran día para el, o al menos asi le habian dicho, era el gran día esperado por muchos como el, eso le habian dicho en su familia, hace un tiempo, cuando vio los preparativos, al principio hechos a escondidas, y luego cuando le dieron la noticia, los preparativos siguieron siendo misteriosos, sin darle mayores explicaciones sobre esa ropa especial, y todos esos elementos guardados de manera casi religiosamente en ese paquete con tiras, que una vez lleno lo cerraron y guardaron alejandolo de su presencia y su curiosidad.
Amanecio, y aunque aún no oia ningun ruido, no se decidia entre su curiosidad de lo que pasaria ese día o su temor ante el mismo, pasado un rato, su madre se acerco a su lecho y con un movimiento entre brusco y gentil lo sacudio, diciendole ¿Estas despierto?.Simulo aún dormir, pensando que quizás, su madre no insistiera en querer despertarlo y pudiera evitar saber lo que pasaría ese día. Su madre insistio, y se levanto resfregandose los ojos, simulando un bostezo, esbozo un suspirado buen día, y la siguio, ella le dio un jarro de leche, y su pan, mientras le decia apurate, hoy es el día.
¿Porque tanta insistencia con ese día? No lo entendía, el queria quedarse en su hogar como siempre, desde que nacio, y lo iban a expulsar, lo sentia, ya no seria lo mismo su vida. Termino su último bocado mientras su padre se acerco y lo miro con una mirada inquisitiva, y le dijo ¿Estas listo? No te preocupes a todos nos paso esto alguna vez, mientras lo oia decir eso, se dijo para si mismo ¿Y porque yo tengo que hacerlo tambien? ¿Acaso es una obligación? ¿Quien nos obliga?, pero a pesar de pensar todo eso, no atino a decir nada, solamente asintio con su cabeza mientras mordia su pan con furia.
Su madre lo toma del brazo y lo viste, con esa tunica, que nunca en su vida habia usado y que realmente lo hacia ver raro, incluso no se reconocia en el reflejo del espejo, era otra persona la que veia. Su madre, siempre práctica, lo toma del brazo y le dice ¡Vamos! Te esperan.Y no quiero que me castiguen porque no estas alli.
Camino con ella, siguiendo el camino, tomado de su mano, con temor, con ese sabor raro en su boca, con la esperanza que no lo abandonaran, que no lo dejara, que solo fuera una broma de mal gusto, que ese paquete que llevaba su madre en la otra mano, solo fuera un paquete lleno de cosas sin sentido, pero sentia la fuerte convicción de su madre en el paso ligero y casi apurado.
De a poco fue viendo el gran edificio, alto, con sus banderas flameando, sobrio e iluminado apenas por la luz del sol y noto a muchos en su condición, tambien llevados por sus padres, con la misma firmeza que utilizaba su madre, todos vestidos con esas tunicas, evidentemente era el gran día y todos los que eran como el fueron convocados a estar en ese lugar.
El edificio, grande, con escaleras de marmol, ventanas pequeñas y grandes rejas, de color ladrillo y cemento, no parecia el mejor lugar para sentirse tranquilo, todo lo contrario, daba más la impresión que no la pasaria bien. En la puerta se encontraba una mujer, cosa rara, estaba vestida con la misma tunica que poseian ellos, quizas era lo que exigia el rito, quizas era simplemente para que no se asustaran y huyeran, quizas..., no pudo suponer más, ya habia llegado adelante de esa mujer, frente a la puerta del edificio, la madre entrega en sus manos el paquete donde habian juntado esas cosas misteriosas, lo toma fuertemente casi como si su vida dependiera de eso y mira a esa mujer, tan alta, tan misteriosa, tan vieja y seria, no puede soportar su mirada, lo atemoriza, baja su mirada, mirando el piso, su madre suelta su mano, la entrega a esa mujer, no puede creerlo que haga eso su madre esa mujer que tanto decia quererlo lo entregue asi, tan facilmente, sin siquiera decir nada, y mientras una lagrima cae por sus ojos, oye a la mujer con un tono de voz bastante curioso, preguntarle ¿Estas listo para tu primer día de clases?

16 de mayo de 2010

El fuego sagrado

Alli se encontraba el, mirando el sitio y preguntandose porque se habia ofrecido a hacerlo, nunca lo habia hecho, es màs, no tenia idea de como hacerlo, pero es de hombres saberlo hacer, es casi se diria una atribuciòn de ellos. No saber hacerlo es casi como decir no soy hombre, imaginaba a una mujer diciendole "¿Como, no sabes hacerlo?.
Miraba el receptaculo oscuro, y listo para ser iniciado ese ritual sagrado de los hombres, amontono con cuidado, ensuciandose las manos, y tomandolos con cuidados los leños, oscuros, frios y negros. Armo una pila con ellos casi como si jugara con sus bloques de la niñez, y suspiro al ver hecha la pequeña pira que tambaleaba frente a el.
Tomo el dispositivo ese, tan extraño, que producia la llama sagrada, casi con cuidado, para evitar que al salir esa pequeña llama, no quemara su delicada y torpe mano. Lo activo y no funciono. ¡Maldiciòn, penso, justo ahora quizas no sepa usarlo!. Luego de varios intentos se activo y produjo una pequeña llama, lo acerco a esos trozos de leños, y vio que no se trasmitia la llama, tomo un trozo de papel arrugado y viejo y lo prendio... lo puso debajo de la pira y empezo a soplar como habia visto hacerlo a otros, que habitualmente cumplian con este ritual, poco a poco los leños fueron tomando el fuego, trasmitiendoselos, lentamente, quizas hasta con diversiòn... El soplaba y hacia viento para que todos tomen ese fuego y se creen unas pequeñas brasas. La primer parte estaba hecha, tomo con su mano esa reja de hierro, limpiandola y colocandola con cuidado y mucha devociòn sobre esa s brasas. ¡Listo, se dijo, con un suspiro! Y pego el grito ¡Amor, pasame la carne para el asado que ya esta listo el fuego!

5 de noviembre de 2009

El Objeto

Durante mucho tiempo habia soñado con tenerlo. Incluso habia días que despertaba pensando que estaba a su lado cuando despertaba. Era algo tan esperado y hoy habia sido el día. En su cumpleaños numero quince, su padre lo llevo a obtener uno, caminaron juntos, en silencio, casi parecia una procesión, ese andar en silencio, pero alli llegaron. Y ahora lo tenia en su mano, habia sido duro escogerlo, cuando vio tantos no supo cual seria el destinado a el, su padre lo hizo probar varios, incluso quizo aconsejarlo con su sabiduria," Cuidalo es muy importante, no lo podras usar para jugar, escoje con cuidado". El habia seguido sus instrucciones, habia visto muchos, los habia sopesado en sus manos, observado con cuidado, y al fin escogio el suyo.Y alli estaba, ya en su hogar pensando que seria lo primero que haria con el, su forma rara, quizas hasta podria decirse que mágica,lo llamaba a usarlo, recordaba esas palabras que pronuncio sus padre "no lo uses indiscriminadamente", tomo aliento y al fin se decidio a hacer uso de el, apreto con sus dedos algunas marcas,con cuidado casi con respeto y temor, al final apreto el pulsador rojo, y lo acerco a su oido, escuchando... y al fin pronuncio sus palabras... "Hola, Jorge, te llamo desde mi nuevo telefono celular"

17 de septiembre de 2009

El Portal

Todo el dia, habia pasado pensando en eso, era riesgoso, lo sabia. Aun no tenia la edad para hacerlo, incluso habia oido que muchos sin la edad suficiente lo habian intentado y obvio, fallaron, pero el no lo haria, el era grande y alto, aunque con un dejo de niñez en su rostro producto de sus pecas y ese pelo desmechado.
Siempre se habia preguntado como seria pasar el portal, que veria adentro, que se sentiria, tantas veces habia soñado cruzarlo, incluso su curiosidad pesaba más que se necesidad de traspasarlo.
¡Maldita sea! No sabia como debia actuar si no podia pasarlo, o que hacer una vez que lo pasara, se sentia tan inseguro. Aquellos que ya habian pasado se reian y decian que era algo simple y sin mucho trámite. Claro, se decia el, lo dicen asi para disimular.
Hacia ya varios días que estaba juntando coraje, pasaba por el portal lo veia,alli imponente y frio y seguia caminado y mirandolo de reojo. ¡Pero basta! ¡Hoy sería el día! Ese día tan ansiado, por más que aun no tuviese la edad...
Bueno, basta de andar pensando... alla vamos, se dijo. Y se encamino directamente al portal como si siempre lo hubiese atravesado, como si fuera cosa de todos los dias. Piso el primer escalón casi con furia, y subio la pequeña escalera, se sentia frío adentro, oscuro, miraba las paredes mientras caminaba por el pequeño corredor que lo conducia hacia el gran salon, preguntandose si a todos les paso asi alguna vez y cuando entro, a ese salon, casi en penumbra, no se atrevio a dar un paso más, se quedo quieto, congelado, sin saber que hacer, esperando algo, y de pronto escucho una voz empalagosa, pesada y femenina saludandolo, casi con un nudo en la garganta y sin saber si era el el que respondia el saludo, pronuncio, un seco Hola. y la voz femenina le respondio, casi seduciendolo y atrayendolo como si fuera un perfume, con ese tono diciendo: Nene, la revolcadita sale $50. ¿Te animas?

16 de septiembre de 2009

El Lugar

Era tarde, eso ambos lo sabian, eran jovenes, eso ambos lo sabian, eran ellos dos solos, eso ambos lo sabian y la luna brillaba iluminandolos. Maldita luna, porque no se esconderia tras las nubes? El sentia la mano de ella traspirando mientras sujetaba la suya, es obvio estaba nerviosa. El no podia demostrar su nerviosismo ni siquiera su ansiedad, solo debia demostrar su valor y confianza, su "hombria", aunque el tampoco jamas habia estado en un lugar asi. Ese lugar tenia algo de mistico, algo de escondido, algo de tantas cosas...
Caminaban lentamente, casi con renuencia, se via una luz al final, ese era su objetivo, esa luz a la que debian si o si acercarse, casi que como un objetivo final, casi un desafio...
Ella apreto su mano, y con una mirada lo interrogo: ¿Estas seguro, que sabes lo que haces?
El le devolvio su mirada y asintio con un gesto, la tomo de la cintura y muy lentamente tomo su cadera acercandola más hacia el, casi podia sentir su cuerpo temblar....
Se acercaban a la luz, carraspeo, quizas para evitar que le falle la voz, esos segundos no pasaban más, se acerco a esa luz, apreto el único boton y espero.
De pronto se escucho una voz, casi metalica, sin emoción diciendo: Buenas noches. Bienvenidos al motel El Placer. ¿Desean una habitación?

5 de agosto de 2009

El Templo

Eran las 10 de la noche. El santuario seguia abierto. Se veia brillar las luces desde fuera, invintandolos a alerjarse, a estar dispuestos a todo, a ... tantas cosas.
Ellos se reunieron, callados, cabizbajos, pensativos, y en silencio con un leve asentimiento de cabeza se saludaron, casi con desconocimiento.
Bueno, aqui reunidos de nuevo, comento Jhon.
Si, esta vez lo lograremos, respondio con enfásis Nick.
Con un gesto de desconfianza, Emily sonrio y dijo, recuerden que ya nos vencieron, y aun no nos recuperamos de la última vez.
Eso fue, porque aun eramos inexpertos, ya conocemos la forma de actuar de ellos, esta vez venceremos!, dijo Nick, con su habitual confianza.
No, te creas, siempre hay un factor suerte en todo, no se como haces para confiar tanto en ti mismo, yo ni se aun porque vuelvo a intentarlo. Igual hice la promesa y estare con ustedes aunque vuelvan a destrozarme, siguio Emily.
Evitemos los comentarios pesimistas, si volvimos es porque pensamos que esta vez, los derrotaremos, ¿trajiste la Ficha Sagrada, Nick? pregunto Jhon.
Si, aqui esta, la tengo en mi bolsillo, lo que Nick no decia, es que estaba humeda con su traspiración de tanto acariciarla con su mano, de tanto sopesarla, de tanto pensar en esta noche.
No se a que esperamos, entonces vamos hasta alla y demostremos lo que valemos, ok? enfatizó Emily, y miro hacia la puerta.
Se miraron, bajaron la cabeza y se fueron acercando a la puerta del maldito Templo, mientras se oia la musica saliendo del mismo cais al ritmo de las luces.
No importa como sea esta noche vencerian al Kun-Fu Master ese video juego de mierda!